El Gobierno libanés anunció este lunes que ha activado por completo un plan nacional de emergencia para asistir al “número considerable” de personas que se están desplazando en diferentes zonas del Líbano tras los bombardeos masivos de Israel contra el sur y el este del país que han dejado al menos 182 muertos.
El anuncio se produjo tras la reunión del Comité Nacional de Coordinación de Respuesta a Desastres y Crisis, en la que se discutió “la nueva situación y los recientes ataques, especialmente contra los civiles y áreas pobladas cerca de pueblos y ciudades” en el sur y en el oeste del país mediterráneo, según un comunicado gubernamental.
Asimismo, indicó que el Gobierno está haciendo un “seguimiento de las cifras de personas desplazadas” y también realizando un censo de población, carentes en el Líbano desde hace décadas, para poder proporcionar la respuesta adecuada.
“Hay informes iniciales sobre el traslado de un número considerable de desplazados a zonas del Monte Líbano, zonas de Bekaa occidental y Beirut”, apuntó la nota sin ofrecer cifras.
Según la Agencia Nacional de Noticias libanesa (ANN), la región septentrional de Akkar ha recibido a un gran número de desplazados del sur, mientras que medios locales apuntan que los residentes están huyendo principalmente de las provincias del sur y de Nabatieh, donde se concentran aproximadamente poco más de un millón de habitantes.
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Las autoridades también están coordinando la apertura de escuelas y otros centros para alojar a los desplazados en el Monte Líbano y en las ciudades sureñas de Sidón y Tiro, además de otras ubicaciones cercanas a las zonas bombardeadas por Israel.
El plan de emergencia, además, contempla la escasez de alimentos y cómo abordar la distribución de los suministros entre la población, mientras que el Gobierno afirmó que está en contacto con los sindicatos pertinentes para “distribuir alimentos entre las tiendas” de las zonas de recepción de desplazados, como Monte Líbano o Beirut.
