REDACCIÓN.- La realeza británica es conocida por su meticulosa planificación, y el Rey Carlos III no es la excepción, a sus 75 años, y enfrentando un diagnóstico de cáncer, el monarca ya ha definido cada detalle del protocolo que se seguirá tras su fallecimiento, el cual se ha denominado Operation Menai Bridge.
El protocolo establece un periodo de diez días de luto nacional entre el anuncio de la muerte y el funeral. Durante este tiempo, el cuerpo del rey será expuesto primero en Edimburgo y luego trasladado a Londres, siguiendo un proceso similar al de la Reina Isabel II.
A pesar de las expectativas que rodean a un funeral real, el Rey Carlos III ha optado por una ceremonia más discreta que la de su madre.
Mientras que el funeral de Isabel II contó con la presencia de alrededor de dos mil invitados, Carlos ha solicitado un evento más íntimo, reflejando su enfoque sobrio y económico, características que han definido su reinado.
El rey también ha elegido personalmente la ruta de su féretro desde el Palacio de Buckingham hasta la abadía de Westminster, y ha seleccionado los himnos y la música que se interpretarán durante la ceremonia.
Siguiendo la tradición establecida con la muerte de la Reina Isabel II, la BBC tendrá la exclusividad de anunciar oficialmente el fallecimiento de Carlos III, sin embargo, esto solo ocurrirá una vez que la familia real, el primer ministro en funciones y varios ministros claves hayan sido informados.
Esta rigurosa secuencia asegura que la noticia se comunique de manera controlada, con el objetivo de evitar filtraciones prematuras y garantizar la estabilidad en un momento de cambio.
Uno de los momentos más esperados tras la muerte de Carlos será la proclamación inmediata de su sucesor, el Príncipe William. Al convertirse en rey, el actual Príncipe de Gales podría optar por llamarse William V, o elegir alguno de sus otros nombres (como Arturo, Felipe o Luis).
Sea cual sea su decisión, el nuevo monarca ofrecerá un discurso en el que rendirá homenaje tanto a su padre como a su abuela, y dará pistas sobre el estilo de su propio reinado.
La muerte del Rey Carlos III marcará un punto de inflexión en la historia de la monarquía británica. Como sucedió con el fallecimiento de Isabel II, la proclamación del nuevo soberano irá acompañada de una emotiva respuesta pública y de un luto nacional cuidadosamente orquestado.
Operation Menai Bridge no solo garantiza un proceso de transición sin contratiempos, sino que busca asegurar la continuidad y estabilidad de la institución en un periodo delicado para la nación y la Commonwealth.
