La propuesta de reforma laboral presentada por la diputada Carmen Ligia Barceló, que busca modificar el régimen de cesantía en el Código de Trabajo, ha recibido rechazo generalizado por parte de legisladores de distintas bancadas en el Congreso Nacional.
Aunque reconocen el derecho de la legisladora a presentar sus iniciativas, los congresistas han sido enfáticos en afirmar que no apoyarán ningún cambio que reduzca o limite los derechos adquiridos por los trabajadores.
El diputado José David Báez, de la Fuerza del Pueblo, manifestó que su partido no respaldará ninguna reforma que debilite la estabilidad laboral. En el mismo sentido, la diputada Rafaela González, también de esa organización política, sostuvo que la cesantía es una conquista social irrenunciable, por lo que debe mantenerse intacta dentro de cualquier modificación al Código de Trabajo.
La Comisión Permanente de Trabajo analiza actualmente cuatro proyectos de reforma, entre ellos el sometido por los voceros de las bancadas, el presentado por Adelso Rubén, la propuesta de Barceló, y el aprobado por el Senado en dos lecturas consecutivas.
Además de la cesantía, la propuesta de Barceló contempla la creación de jornadas laborales intermitentes para trabajadoras domésticas, argumentando que este cambio facilitaría el pago proporcional de horas y beneficios en el sector informal.
La diputada Nurka Nieves, también de la Fuerza del Pueblo, coincidió en la necesidad de buscar equilibrio entre las micro y medianas empresas y los derechos laborales, pero advirtió que cualquier ajuste debe realizarse sin afectar los beneficios fundamentales del trabajador dominicano.
“Proteger a las empresas no puede significar debilitar los derechos de quienes producen. Las conquistas laborales no se negocian”, expresó Nieves.
La Comisión de Trabajo adelantó que espera presentar un informe final a mediados de noviembre, luego de concluir la revisión técnica y jurídica de las iniciativas en discusión, incluyendo la versión aprobada por el Senado de la República.
El debate sobre la cesantía continúa siendo uno de los puntos más sensibles dentro del proceso de reforma al Código de Trabajo, en un momento en que los sectores empresariales y sindicales mantienen posiciones enfrentadas sobre el alcance de los cambios propuestos.
